Me explico: Incluso hoy en día que nuestra religión oficial es la ciencia, ésta no ha sido capaz de lograr dos cosas fundamentales:
- Aunque pueda alargar nuestra vida, es incapaz de mantenernos jóvenes. Mucho menos capaz es de rejuvenecernos. Vaya, que hace justamente lo contrario que debería hacer: Pone años a la vida, pero no vida a los años.
- Más importante desde el punto de vista científico, es que todavía no ha desarrollado argumento que explique porque envejecemos. Es más, ni siquiera se ha podido demostrar que exista la muerte. La teoría es que nuestro organismo debería ser capaz de auto-rejuvenecerse, o mejor dicho, mantener por si mismo su propia juventud…
- Por ejemplo, si recuerdas cuando eras todavía una persona tan joven que te llamaban niño (o niña), también podrás recordar que a ti te parecían viejos incluso los que en aquel entonces tenían tu edad actual. Recuérdalo, revive esa sensación que te distinguía a ti de un gran número de personas. ¿Qué era lo que a ti te hacía permanecer joven? ¿Qué era lo que a los demás les convertía en “viejos”?
- Si lo has considerado honestamente, seguramente ahora ya encajas más en esa definición tuya de vejez que en la de juventud. ¡Ups! ¿A qué edad comencé a hacerme viejo entonces? Pues a la misma edad en la que comencé a creer en la vejez. Como dijo Arturo Graf El hombre comienza en realidad a ser viejo cuando deja de ser educable. Y quiero entender por educable, a que al comportarnos como niños, realmente mantenemos una actitud abierta ante la vida y nos sentimos capaces de aprender y adaptarnos a las circunstancias sin que éstas nos contaminen. ¿Cuándo fue la última vez que sentiste que fluías plenamente con la vida y aprendías alegremente? ¿Cuándo fue que te sentiste sobrecogido por un suceso externo y éste te marchitaba?
En Las enseñanzas de don Juan se habla de que el último y más poderoso enemigo
de un “hombre de conocimiento” es la vejez. Claro está que si yo fuera
un hombre de conocimiento podría explicar lo que no ha logrado la
ciencia, que es cómo sucede y el porqué.
Para terminar, y regresando a Castaneda, comentar que el último y más temido enemigo es la vejez porque precisamente es el que en nuestro sistema de creencias parece invencible. ¿Quién sobrevive a la vejez? Todos morimos, sí… pero eso es independiente de la vejez, porque Nadie es tan viejo que no pueda vivir un año más, ni tan mozo que hoy no pudiese morir (Fernando de Rojas).
- Yo, humildemente, voy a ofrecerte mi visión. Cuando me preguntan cuál es el secreto de que me mantenga igual de joven que en mi adolescencia, parece que sólo yo sé que no me mantengo igual… Muchas personas no cumplen los ochenta porque intentan durante demasiado tiempo quedarse en los cuarenta (Salvador Dalí), y ese es parte de mi secreto: Adaptarme a mi nueva edad viviéndola con actitud de aprendizaje. Y sobre todo, amando mi cuerpo por lo que es (No por lo que fue o quiero que sea) y viviéndolo en consecuencia, que es la manera de mantenerse sano (joven).
- ¡Claro que todavía no he llegado a los 40! Pero entendamos la cita de Dalí y extrapolémosla a cualquier edad. Yo nunca viví mis 25 como si tuviese 20, y paradójicamente a mis 25 años mi cuerpo aparentaba 20…
- En la vejez, como en la juventud o edad adulta, una persona puede “complicarse la vida e ir sobreviviendo” o “sencillamente vivir plenamente en el presente”. Los jóvenes pecan de vivir preocupados en el futuro o “desfasados” en el pasado (y eso los envejece). Los mayores pecan aún más de preocuparse por su futuro (como si la muerte no nos hubiese acechado desde que nacimos) y de estar anclados en el pasado (si cualquier tiempo pasado fue mejor, irremediablemente ahora ya estoy sufriendo la vejez).
Recordemos: Sus hechos son lo que hacen viejo a un hombre (Ovidio) y La madurez del hombre es haber recobrado la serenidad con la que jugábamos cuando eramos niños (Frederich
Nietzsche). Así que hagas lo que hagas, fluye como si estuvieses
jugando y nada habrá que no puedas hacer, porque si te crees demasiado
la dramatización del teatro de la vida, serás víctima de tu papel y no
el director de tus obra
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