Desmontar las excusas (2ª parte)

Continuación de "Cómo superar las trabas (parte I)"

Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana. (Walt Disney)

¿Cómo darnos cuenta?

1. Considerar que tenemos un inconsciente al que no accedemos plenamente.
2. Darse cuenta que la racionalización conduce a las justificaciones.
3. Aceptar que: como “mecanismo de defensa” elaboramos escusas.
4. Escuchar nuestro diálogo interno.
5. Preguntarse abiertamente si nuestros argumentos nacen en el conformismo con la situación tratada.

 Preguntas útiles
- Tal vez seas capaz de enumerar un montón de razones por las que aún no has conseguido lo que te gustaría. De todos modos estaría bien que te preguntaras si realmente todo te está bien como está.

• ¿He alcanzado la prosperidad que deseo? ¿Realmente lo quiero lograr?
• ¿Soy responsable de lo que me ocurre? ¿Culpabilizo a algo o alguien?
• ¿Quién decide sobre cómo me siento?
• ¿Cuándo fue la última vez que puse un “pero”? ¿Y la anterior?
• ¿Cuánto tiempo voy a invertir en quejarme? ¿Pienso en hacer algo productivo al respecto?

¡Soluciones quiero!
- De nada serviría descubrir las excusas y juzgarlas como muestra de debilidad moral. Lo que sí sirve es alegrarse por haber sido hábil al descubrirlas y plantearse qué disposición tengo para cambiar a mi favor la situación tratada.
- Piensa que cuanto más y mejores son las excusas, lo que muestran es un mayor grado de inteligencia. Si te sorprendes de tus excusas, más te sorprenderás de tu capacidad para superar las trabas.
- Sencillamente fue un juego intelectual del inconsciente, ahora ya sabes que puedes conseguir lo que te propongas. Recuerda que cuando alguien ha logrado lo que se propuso, lo hizo teniendo en cuenta también las dificultades que se le podían presentar. Aunque lo importante es que te centres en lo que deseas conseguir, lo que necesitas para conseguirlo, y cómo te vas a sentir cuando lo logres.

Conclusiones

1. Si quieres encontrar una excusa, seguro que la encontrarás.
2.  Cuando usas una excusa encuentras aliados. Te comprendo, a mí me sucede lo mismo.
3. Cuando las usas perpetúas tu situación y “te alias con otras personas desgraciadas”. Mal de muchos, consuelo de todos.
4. Puedes considerar las excusas como lo que son: un mecanismo de defensa y una muestra de inteligencia racional.
5. Esta misma inteligencia, si te empeñas, te mostrará los recursos que requieres.
6. El “fracaso” sólo es absoluto si te rindes. Considéralo la oportunidad para evaluar la tu situación y otras opciones.
7. Al final conseguirás lo que realmente quieras:
   1. Quejarte, si es lo que te gusta.
   2. Acomodarte en la resignación y/o frustración.
   3. Darte cuenta de que en realidad esto era lo que querías y alegrarte.
   4. Descubrir lo que realmente quieres y sorprenderte de tu capacidad para superar retos.

No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla. Es lo que respondió Thomas Alva Edison.

 Próxima entrega: Se puede cambiar el mundo que nos rodea!