Continuación de ¿Qué causó mi malestar?
CAUSAS INTERNAS
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Los chinos se refieren al factor emocional. Yo hago hincapié en el
comportamiento y la herencia; sea en forma genética, de hábito
alimentario, de rutinas o, de actitud.
Causas hereditarias
- Ni todo lo hereditario es genético, ni todo lo genético es hereditario.
Genética
aparte, una persona puede llegar a identificarse con unos patrones
aprendidos a muy temprana edad (antes de los 8 años). Estos patrones se
perpetuarán en forma de hábitos diversos: alimentación, ocio, labores
del hogar, reglas de comportamiento, paradigmas sociales, etcétera.
Alimentación
-
Existe un importante aspecto más allá del aporte nutricional, y de
complejos recuentos de calorías u otras substancias como el colesterol,
el gluten o la sal. Debemos comenzar a cambiar el paradigma social de
cantidades y orientarnos hacia la calidad.
- También existe un
efecto energético de cada alimento sobre nuestro organismo, que actúa
como los factores climáticos. Por esto es importante comer regional y de
temporada.
- Otro aspecto consiste en desvincularnos de actitudes
cotidianas como preocupaciones, culpa, enojos y otras distracciones que
entorpecen la digestión y asimilación.
Actividad / Descanso
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Es fundamental mantener una buena relación entre nuestras actividades y
el reposo que permite que nuestro organismo restituya sus funciones de
manera óptima.
- El mundo está lleno de personas que pretende mantener un ritmo frenético gracias al consumo de estimulantes (cafeína, nicotina, chocolate, azúcar, pastillas, música, etc.). O apaciguarse con sedantes (infusiones, alcohol, antihistamínicos, ansiolíticos, cannabis, etc.) porque no soportan permanecer arrastrados por dicho ritmo desenfrenado.
- Mientras, no podemos conciliar el sueño y/o arrancar el día, que supone un sobreesfuerzo.
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Paradójicamente van al gimnasio o a correr los que más actividad física
tienen, y los que su vida laboral es de oficina practican más el sofá o
el ocio informático.
Emociones
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Es fácil entender que una emoción suficientemente intensa puede
provocar estragos a nivel físico. Aunque también hay que tener en cuenta
que estados emocionales prolongados pueden acabar afectando cualquier
función del organismo.
- La actitud que mantengo respecto a mis emociones es crucial. Nos educaron para no expresarlas porque no es racional (y porque un niño que las expresa es un engorro), así que tenemos una sociedad de personas reprimidas que no saben cómo expresar sus necesidades.
-
Así es como nos convertimos en ollas a presión, con variados caldos de
sentimientos anestesiados que claman por explotar, y que con el tiempo
dan lugar a multitud de manifestaciones.
¡La actitud lo es todo!
- Además de toda la implicación emocional que conlleva, nuestra actitud es el centro que nos inclina (nuestro clima) respecto a cualquier otro factor: sea heredado, en mis hábitos, en el ambiente, o en forma de agresiones.
- La actitud nos permite armonizar el clima interno con el externo.
¿Cómo lo conseguimos?
-
Hay una definición de felicidad que resume la respuesta: Estar bien
conmigo, estar bien con lo que me rodea… Saber valorar el conjunto de
condiciones internas y externas me da información de las causa de mi
malestar.
- Empieza y termina con respetar mis relaciones conmigo
mismo y con lo que me influye, entonces tomar decisiones y actuar en
consecuencia.
Próximamente: ¿Qué significa cada uno de mis climas?
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